Apéndice 7. Peculiaridades de la democracia norteamericana
Billete de seis dólares de las Colonias Unidas de 1776. UNA nación no se crea con sólo darse una constitución; pero tampoco un conjunto de hombres en un territorio, un pueblo, se convierte en nación sin una estructura jurídica que lo rija, sin su Constitución política. Existen —y existieron— constituciones breves o complejas, flexibles o rígidas, escritas y casi enteramente tácitas. La Constitución de los Estados Unidos es, hoy, la más antigua del mundo y la más breve. Su texto puede leerse en voz alta en veinte minutos. Es poco más o menos, por su extensión, como la mitad de la Epístola de San Pablo a los Corintios. Se conocen pocas Cartas que en tan pocas palabras fijen un número igual de reglas tan esenciales y que abarquen tan vasto conjunto de materias tan importantes y complejas. Se trata de una Constitución rígida y explícita, al contrario de la inglesa, por ejemplo, que es flexible e implícita; pero, a pesar de su explicitud, su texto, y el espíritu...
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