Introducción A pesar del entusiasmo despertado por el joven en los conciertos ofrecidos en los salones de los señores Quirell y Viniegra; a pesar del colorido de los carnavales y de que el muchacho sentía por Cádiz un cariño muy especial, la realidad era que en aquella ciudad no se podían encontrar profesores con la suficiente preparación musical para que Falla continuara avanzando en los estudios de escritura musical. Percatándose de esto, los señores Falla y Matheu decidieron fijar su residencia en Madrid al objeto de que su hijo pudiera asistir al Real conservatorio de Música y Declamación de la capital.