La Cartuja de Parma: XII

15/10/2012 5.975 Palabras

La Cartuja de Parma: XII de Stendhal El judío, dueño de la habitación, había buscado un cirujano discreto, quien comprendiendo a su vez que había dinero en la bolsa, dijo a Ludovico que su conciencia le obligaba a dar parte a la policía de las heridas del hombre que Ludovico llamaba su hermano. -La ley es clara –añadió-; es evidente que su hermano de usted no se ha herido a si propio, como cuenta, al caerse de una escalera teniendo en la mano un cuchillo abierto. Ludovico respondió con frialdad a ese honrado cirujano, que si se le ocurría ceder a las inspiraciones de su conciencia, tendría el honor, antes de dejar Ferrara, de caer encima de él con una navaja abierta precisamente en la mano. Cuando contó a Fabricio este incidente, Fabricio censuró su conducta; pero no había un instante que perder. Ludovico dijo al judío que quería que su hermano tomase un poco de aire; fue a buscar un coche, y nuestros amigos salieron de la casa para no volver. El lector...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info