Odalisca sentada con los brazos en alto, en silla verde a rayas (1923), de Henri Matisse. National Gallery de Washington. Una institución científica y popular Pero en último término, un museo, cuando se trata de un museo nacional de pintura, se consagra o fracasa a los ojos del público y de los expertos en función, por una parte, de las obras maestras que exhibe; y, por otra parte, de la amplitud de las colecciones, de tal manera que las grandes épocas de la historia de la pintura se encuentren adecuadamente representadas. Gracias al entusiasmo de sus fundadores y mecenas, a la seriedad del trabajo realizado por sus autoridades, y a la cuantía de los medios puestos a su alcance, la National Gallery de Washington supera hoy brillantemente una y otra prueba. Las grandes obras maestras, aquellas que en verdad reconocemos fácilmente como únicas e irrepetibles, son las que cautivan la imaginación del público, y hacen en poco tiempo la fortuna de un museo. En la National Gallery...