VIII. El final de la protesta

28/01/2011 5.012 Palabras

Un escollo interno Martin y Coretta, un poco más despejada ya la situación, deciden, junto a los Abernathy, tomar unos días de descanso que aliviarán la tensión de los días precedentes. Pero parecía imposible que la paz o la tranquilidad habitaran en sus espíritus más allá de unos pocos días. En California, donde se hallan dando unas conferencias, reciben una noticia preocupante: el día 4 —una semana después del fallo del Tribunal Federal— el reverendo Fields declara a la prensa local que ha dimitido como secretario de la M.I.A. ¿Razones? Los líderes de la organización no han hecho otra cosa que «malgastar el dinero enviado desde todas las partes de la nación», y él se negaba a prestar su ayuda a una organización manejada por «líderes muy egoístas e interesados en perpetuarse a sí mismos». Ciertamente, la noticia era como para preocupar. Todo el terreno ganado a fuerza de meses podía perderse por las repercusiones de un hecho como aquel. Las vacaciones de los King y los Abernathy habían finalizado.

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