XV. Una Irreversible Equivocación. Las Armas Como Garantía de paz

06/08/2009 5.035 Palabras

Introducción Einstein con su hija Margot. EL 17 de octubre de 1933, Einstein llegaba a Princeton. Dejaba atrás una vida agitada y una Europa turbulenta y llena de malos presagios; encontraba en América una vida tranquila en una pequeña ciudad del este de Estados Unidos, un centro de estudios (el Institute for Advances Studies) confortable y bien equipado, que le permitiría continuar con sosiego sus investigaciones, aunque careciese de una comunidad científica tan estimulante como la de Berlín. Contando sus impresiones sobre Princeton, Einstein escribía así:

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